UN GRAN MILAGRO
Cuando alguien me pregunta cómo fue posible que pudiera desarrollarse en Guatemala un sistema completo de Educación en Casa, que incluye todos los niveles desde Kínder hasta Bachillerato con un contenido y presentación de excelente calidad, y en tan poco tiempo, lo único que puedo responder es que fue un gran milagro de Dios, porque tuvimos que empezar de la nada. Trataré de condensar en pocas palabras lo que ocurrió.
Cuando me ofrecieron el cargo de Directora de un pequeño colegio de unos 300 alumnos que funcionaba bajo la cobertura de la Iglesia Hebrón, pensé que contribuir a la formación de niños y jóvenes para su gloria, era una excelente forma de servir al Señor, por lo que lo acepté con mucho gozo. Pero pronto llegué a la conclusión de que eso no era posible, porque en todo colegio, cristiano o no, siempre hay manzanas podridas que se encargan de podrir a las demás. Lo mismo vio nuestro Pastor General, el Hermano Marvin Byers, y nos comunicó su intención de cerrar el Colegio por esas razones. Sin embargo, nos dijo que tenía la visión de ayudar a los padres que estuvieran dispuestos a educar a sus hijos en casa. Inicialmente platicamos acerca de la posibilidad de buscarles libros adecuados y elaborar guías de estudio para ellos.
Sin embargo, poco después el Señor puso en nuestro corazón la convicción de que a pesar de todas las limitaciones que teníamos, podríamos escribir nuestros propios libros de texto para que los mismos estuvieran centrados en la Biblia, y que de esa forma pudieran ser un instrumento eficaz para que los padres condujeran a sus hijos a Cristo y pudieran formar en ellos los valores cristianos.
Así que a finales del año 1999, con el mismo grupo de maestros que laboraba en el Colegio, empezamos a trabajar. Desde el principio pudimos ver la mano y los milagros del Señor actuando poderosamente, pues a pesar de que ellos eran buenos maestros, todos tenían escasos conocimientos del uso de las computadoras, y ninguno había escrito antes un libro o algo similar; además, sólo contábamos con dos pequeñas impresoras que apenas imprimían unas pocas copias por minuto.
El primer año tuvimos solamente 100 alumnos, a los cuales les entregábamos a principios de cada mes las hojas del material correspondiente. ¡Milagrosamente siempre se entregaron a tiempo! A partir de entonces, el material se ha corregido y revisado varias veces, y el resultado ha sido que trece años después, podemos ver al Señor glorificándose al haber convertido a un país tan pequeño como Guatemala, en una fuente de bendición para los niños y jóvenes de Latinoamérica. Actualmente contamos con más de mil quinientos alumnos en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, México, Estados Unidos, Canadá, República Dominicana, Colombia, Ecuador, Bolivia, Chile, Argentina, Brasil, España, Camboya (Asia), en donde es usado por misioneros de habla hispana, y en Guinea Ecuatorial (África).
Nuestras pequeñas y lentas impresoras que imprimían 4 copias por minuto, se han convertido en máquinas grandes y modernas que imprimen casi 100 copias por minuto con excelente calidad y color; y las hojas sueltas que entregábamos en un inicio, posteriormente se convirtieron en material engargolado. Actualmente son libros formales que nosotros mismos preparamos con modernas máquinas empastadoras. Además, ahora contamos con material audiovisual para la enseñanza de Idioma Español, Matemáticas, Ciencias Naturales y Estudios Sociales para los grados de preprimaria y de primaria, así como para la enseñanza de Matemáticas, Física y Química en los grados de Básicos y Bachillerato en Ciencias y Letras. Además contamos con material de audio para la enseñanza del idioma inglés.
Hna. Josefina Machado.
Para más testimonies página 1 of 14 Primera ... 1 2 3 4 5 ... Última