HERMANOS

Siempre estamos muy agradecidos por el material que ustedes nos envían fielmente. Ha sido de mucha bendición no sólo para nuestras hijas sino para otros niños que también estudian en casa. Comparto el testimonio de lo que ha sido este tiempo.

Son nueve los niños que estudiaron en casa este año aquí en Chile, y todos aprobaron su año con buenas notas. El Colegio donde los niños rinden los exámenes es un Colegio que ha sido destacado con “Excelencia Académica” por parte del Ministerio de Educación, es decir su nivel es muy bueno.

Y hoy, la Profesora de la Unidad Técnico Pedagógica, quien toma los exámenes, nos entregó las pruebas de lenguaje de nuestras 2 hijas menores. La mayor, quien cursa 1° Básico sacó 93 puntos y la menor que está en 5° sacó 89. Ella nos dijo lo siguiente:

“La profesora de lenguaje manda a felicitarles por sus notas”. Luego agregó: “¿Cómo lo hacen? Las colegas me han hecho tantas preguntas y quieren saber cómo estos niños que estudian solos, sacan tan buenos resultados. Yo llevo 31 años trabajando en educación, y 22 años en este Colegio; he tenido a muchos alumnos rindiendo este tipo de exámenes, pero nunca había visto tales resultados en niños que estudien así, como sus hijos lo hacen. Pero algo que me llamó mucho la atención, desde el año pasado, fue la paz que ustedes irradian. Esa paz se ve reflejada en las niñas. ¿Son ustedes de algún grupo religioso? Las colegas quieren saber si acaso usted práctica “yoga” o algún “relajamiento”, por esa paz que irradian. Quizás nosotros nos metemos también (ella no sabía que éramos cristianos), ya que ellas siempre están tan estresadas.”

Yo le dije que efectivamente nosotros habíamos venido a vivir aquí para trabajar en lo religioso. Que éramos cristianos. Y que sí, el estudio tenía que ver con nuestra fe.

Días más tarde, cuando tuvimos que ir todas las mamás a preguntar por los resultados de los exámenes, estando en la oficina de esta profesora entró el Director del Colegio. Él es un hombre mayor, que lleva 50 años trabajando en el área de educación, y preguntó: “Y estas señoras ¿quienes son?” La profesora le explicó que éramos las mamás que educábamos a nuestros hijos en casa.

Luego él habló y dijo lo siguiente: “Las felicito, porque lo que ustedes están haciendo es educando a sus hijos y a la larga esta es la mejor educación. Ellos las van a amar más. En alguna parte de la Biblia dice que fuimos creados a semejanza e imagen de Dios. Y ellos deben tener esa semejanza.”

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